Casos de éxito Día de Diversión en Familia
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El tiempo de calidad en familia puede parecer un concepto sencillo, pero no es algo que se dé por sentado para todos los niños de Nueva York.
Y, cuando falta, el anhelo de pasar tiempo de calidad con los miembros de la familia puede ser la causa de las dificultades sociales, emocionales y académicas de muchos niños, sobre todo de los que viven en alojamientos temporales.
CIS utiliza enfoques creativos y de colaboración para ayudar a los niños a prosperar no sólo en la escuela, sino también en casa y en la comunidad. Por eso, cuando nos enteramos de las necesidades de una niña de segundo grado que vivía en un centro de acogida para familias sin hogar, le tendimos una mano.
Esta estudiante se había visto involucrada en varias peleas en su colegio, el PS 46. A través de asesoramiento familiar, se identificó la causa raíz, que era el deseo de la joven de pasar tiempo con su madre de la manera relajada que habían disfrutado antes de que comenzaran sus problemas de vivienda.
Con este conocimiento en mente, los consejeros de CIS decidieron organizar un Día de Diversión en Familia e invitar a las familias de dieciocho alumnos con los que trabajaban en el PS 46, la mayoría de los cuales vivían también en un centro de acogida de la ciudad. Para aquellos niños cuyos padres no pudieron asistir, se invitó a hermanos, amigos y miembros de la comunidad para mostrarles su apoyo.
Las familias participaron en diversas actividades y juegos, desde bingo y rompecabezas hasta carreras de relevos y manualidades. A los niños se les pidió que dibujaran lo que la familia significa para ellos, y a los adultos se les pidió que crearan "Cofres de esperanza", pequeñas cajas que contenían trozos de papel con notas inspiradoras, incluidos recuerdos, sueños y aprendizajes para que sus hijos los conservaran para siempre.
A lo largo del evento, los consejeros de CIS escucharon a los padres reflexionar no sólo sobre las alegrías del día, sino también sobre su deseo de pasar este tipo de tiempo de calidad con sus hijos. El éxito de esta ocasión transformadora fue realmente inspirador; desde la valiente voz de un niño hasta la compasiva capacidad de escucha de un consejero, se creó una experiencia que dio apoyo a una comunidad más amplia. Padres e hijos tuvieron la oportunidad de verse fuera de las exigencias de la escuela, el trabajo y la vivienda. En consecuencia, los niños y sus padres pudieron asentarse en la confianza y la comprensión que les permitirán superar los retos actuales y futuros.
La esperanza, el propósito y la determinación pueden florecer.
Juntos, trabajemos por un futuro brillante y resiliente para los niños, los jóvenes, las familias y las escuelas de Nueva York.